Por qué beber puede salvar tu matrimonio.

Hablar con la pareja, con quien llevas años, a veces más de 15 o 20, debería ser fácil. Sin embargo, cuando las emociones (y el dolor) están presentes, puede producir parálisis, ataque o huida.

Evitamos hablar porque creemos que dolerá.

Muchas de mis clientas no entienden por qué su esposo no les dijo años antes lo que ahora está argumentando para tirar adelante con una separación. Dolía. Esa es la respuesta corta. (Por qué te dice estas cosas ahora, que están en crisis, tiene una explicación más larga)

Evitamos hablar de aquello que creemos que al hacerlo nos producirá dolor. Pero también podemos atacar en medio de una conversación donde estamos sintiendo que lo que nuestra pareja nos dice nos “agrede”.

Por eso, el consejo que te doy es BEBER. Tener agua a mano cuando sabes que tendrán una conversación que involucrará emociones (y posiblemente, dolor)

Pasito a pasito. 

Frena

Si has sido de esas personas que al hablar con su pareja, sin saber por qué ni cómo, han acabado en pelea, es necesario que tomes nota.

Dos no discuten si uno no quiere.

¿Tú quieres discutir? Si eso no es lo que quieres, entonces, sigue leyendo.

Espera siempre antes de responder

Espera unos 10 segundos. Para que tu neocórtex pueda entrar en funcionamiento, es necesario darle ese tiempo que requiere tu cerebro más evolucionado para “conectarse”.

Si en el pasado han discutido, lo que te ha ocurrido, es que has reaccionado a la defensiva, desde el cerebro primitivo, el reptiliano. Explotando antes de que se pudiera conectar el neocórtex. 

Al comprender esto, puedes hacerlo mejor al FRENAR al reactivo cerebro primitivo. Y así CONECTAR con el cerebro más evolucionado, el neocórtex. Y lo harás bien. 

Bebe agua en la conversación.

Como te decía, durante una conversación “difícil” es bueno tener a mano una botella o un vaso de agua.

Sirve por dos motivos MUY IMPORTANTES. 

Porque al beber no se nota que estás pensando, que estás dejando pasar esos 10 segundos para pensar mejor y que conecte el neocórtex.

Y

Porque bebiendo, el sistema límbico, del que forma parte la amígdala, y el cerebro reptiliano, AL BEBER, SABEN QUE ESTÁS A SALVO. Y “abortan” las reacciones de supervivencia. 

Te lo explico. 

Los mamíferos comparten con nosotros el sistema límbico y el cerebro reptiliano. Su cerebro está programado para la supervivencia. Para tener miedo y estar en alerta. Para atacar o huir si se ven en peligro. 

Si recuerdas los documentales de leones y cebras, puedes tener la imagen de una manada de cebras bebiendo al borde de un lago. ¿Sí?

Y entonces, llega un león, o cualquier otro depredador, y la manada de cebras, o ñus, o lo que sean, salen corriendo para todos lados.

El depredador corre, y caza a uno de los miembros de la manada y se sienta ahí mismo tranquilamente a comer. ¿Me sigues? 

Pues ¿qué hacen los demás miembros de la manada? VOLVER AL LAGO A BEBER. 

Si hay peligro, beber es innecesario, porque SALVAR LA VIDA es primordial. De nada sirve beber, que te pille el león y morirte, pero sin sed. 

Por eso LA MENTE TIENE GRABADO DESDE ANTES DE QUE FUÉRAMOS HUMANOS, QUE BEBER SE BEBE CUANDO SE ESTÁ FUERA DE PELIGRO. 

Y por eso, beber le dice a tu mente que estás a salvo.

Y por eso, beber hace que tu cuerpo NO tenga tanto cortisol ni tanta adrenalina.

Y por eso, beber hace que NO ataques al otro en una conversación. Ni que quieras salir huyendo. 

Y así, esa conversación no acabará en pelea.

Viki Morandeira

Coach Ontológico