Desde la sociedad, tanto al hombre como a la mujer se nos exigen muchas cosas.
Crecer es soltar esas exigencias.
Es darse permiso para sentir, para llorar cuando duele, para pedir ayuda o ser escuchados.
Las mujeres, en general, tenemos un círculo de apoyo mayor que el hombre.
El hombre, muchas veces, tiene un círculo de una sola persona, la pareja.
Y es ahí donde necesitamos aplicar al 100% la escucha activa.
A diario es necesario darse permiso para no ser quienes sostienen el mundo 24/7.
Es poder decir, no puedo con esto solo.
Es poder abrirse y expresarse.
No es tan sencillo.
Si lo fuera, ya lo estarían haciendo.
Es difícil porque a todos nos falla la escucha activa.
Porque escuchamos para responder y no para comprender.
Es difícil porque no comprendemos que el otro a veces no pide solución ni opinión sino ser escuchado y poder soltar la presión interna.
Es difícil porque creemos que necesita que le digamos algo positivo. Este es un fallo que yo tenía y que veo mucho en mis clientas.
La película Del Revés, Inside Out, lo muestra magistralmente cerca del final.
Los hombres se suicidan en una proporción de 4 a 1 en muchos países.
Por favor, aprende a escuchar.
Por favor, aprende a expresar lo que duele aunque duela.
Viki Morandeira
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