¿Pierdo mi dignidad si perdono una infidelidad?
Una de las preguntas que más me hacen
Hola
Hoy quiero hablarte de una de las preguntas más comunes que escucho de mis clientes, y que probablemente también te hayas hecho tú:
¿Perderé mi dignidad si perdono una infidelidad?
Es una duda que duele. Porque detrás de ella hay miedo, orgullo herido, y también una profunda necesidad de protegerse.
Durante las próximas semanas, compartiré contigo una miniserie de publicaciones titulada: "Sanar tras la infidelidad: lo que nadie te dice"
Y este tema —el de la dignidad— es uno de los primeros que necesitamos desmitificar.
No soy una defensora de la resignación, ni mucho menos de tolerar el maltrato o las reiteradas infidelidades. Sólo trabajo con un tipo concreto de infidelidad. La que ocurre en matrimonios de larga duración, generalmente en el trabajo. Después de acompañar a miles de mujeres en este proceso, he aprendido algo:
no hay nada más digno que luchar por lo que más te importa.
La idea equivocada de dignidad
En nuestra cultura, nos han enseñado que ser dignas es irnos.
Que la mujer que se queda es débil. Que perdonar es rebajarse.
Y, sin embargo, ¿quién dijo que el orgullo herido es más valioso que el amor real?
A veces, la dignidad no está en la reacción rápida, sino en la decisión consciente.
No está en el "me voy para que me respetes", sino en el "me quedo para reconstruir algo que todavía vale la pena, si tú también estás dispuesto".
He visto mujeres renacer en su propio matrimonio. He visto familias fortalecerse. Pero ese camino no empieza desde la resignación, sino desde la valentía.
Sanar no es olvidar
Perdonar no es hacer como si nada hubiera pasado.
Es reconocer el daño, entender lo ocurrido y, sobre todo, sanar el trauma relacional que dejó en tu mente la infidelidad.
Sí, se sufre Trastorno de Estrés Postraumático tras una infidelidad. Y no, no estás loca por seguir sufriendo por dentro aunque él ya haya pedido perdón.
La recuperación real necesita tiempo, guía, comprensión profunda. Pero sobre todo, necesita una decisión:
quiero vivir sin que el dolor me gobierne.
Mi historia con esta pregunta
Soy coach de infidelidad desde 2010, muchas mujeres me han escrito con esa misma angustia:
"¿Y si me quedo y cree que puede volverlo a hacer? ¿Y si me ve como una mujer débil?"
Pero con cada pareja sanada, vi como las mujeres que se quedaron y trabajaron en su sanación, en su fuerza interior, en el crecimiento de la pareja...
no solo no perdieron su dignidad.
La recuperaron.
Recuperaron la voz que habían perdido en la relación.
El respeto mutuo.
El vínculo real.
Y en muchos casos, incluso la pasión.
¿Y tú?
¿Te has preguntado si estás perdiendo tu dignidad al considerar perdonar una infidelidad?
¿O si estás renunciando a algo esencial por miedo a lo que digan los demás?
Me encantaría leerte. Escríbeme. Responderte es parte de mi propósito.
Gracias por llegar hasta aquí.
Si este texto te tocó alguna fibra, compártelo con alguien que necesite escuchar que el amor también se defiende, y que perdonar —cuando se hace bien— puede ser un acto profundamente digno.
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En la próxima edición te contaré por qué a veces el hombre que fue infiel también sufre, aunque parezca imposible.
Nos leemos pronto.
Con cariño,
Viki Morandeira
Coach de Infidelidad en matrimonios de larga duración.
Pero sí la confianza