Podemos asumirlo ya. Ninguna madre ni ningún padre del mundo lo van a hacer PERFECTO con sus hijos. ¿Conoces esa frase española que dice: EN TODAS LAS CASAS SE CUECEN HABAS?
¿A qué se refiere esa frase?
Las habas, en una época, eran comida de personas humildes y de animales. Incluso Cervantes puso este refrán en boca de Don Quijote. Pero las comían también en las casas de las personas adineradas.
Por mucho que uno quiera pensar que todos los demás son felices, o que en otras familias “esto” no pasa, estamos equivocados.
¡Da igual la casa, rica, pobre, con amor o sin amor, HABRÁ HABAS!!!
¿Y las habas qué son?
Diferencias entre hermanos, qué mamá no hizo tal cosa, que papá no era de tal manera, que yo me sentí en mi infancia de tal o cual manera, que mi pareja no es tal cosa
Habas.
Con esto, lo que te quiero decir, es que habas, habrá en tu casa, en tu vida. Porque no todo será perfecto. Porque los demás no van a satisfacer tus expectativas al 100%, el 100% de las veces. Pero eso no significa que tengas que sufrir por ello. Lo que es necesario hacer es soltar lastre.
¿Qué ganas tú cargando un “lastre” sobre algo que ocurrió cuando tenías 10 años?
¿Qué ganas tú culpando a mamá o a papá por lo que hicieron o no hicieron hace 30 o 40 años?
¿Realmente ocurrió así o es lo que sentiste e interpretaste en ese momento?
Y si ocurrió así, igualmente, ¿necesitas este “lastre” o puedes plantearte perdonar y soltar?
Suelta Lastre
Con 40 años, con 50, ya podemos perdonar a mamá y a papá de todo. Nuestra personalidad ya no es culpa de ellos. Es nuestra responsabilidad. Si yo me quedé "lastrado" por aquello, no fue su culpa, sino mi falta de crecimiento personal.
Mis hijos tienen 29, 24 y 20. Y seguramente me culparán por muchas cosas. No puedo ser la madre que cada uno de ellos necesita las 24 horas del día, los 365 días del año. Por muchos motivos. SON DIFERENTES, con necesidades diferentes, cambian de necesidades, incluso, en una misma semana. Y yo solo soy una, que a pesar de procurar hacer lo mejor posible, sé que he cometido fallos.
Lo que puedo es amarles, así como son. Y pedirles perdón por no cubrir sus expectativas en todo momento y bajo toda circunstancia.
Y cuando sean madres o padres, podrán ver las cosas de manera diferente. O no. Pero ahí ya no puedo hacer nada. Cada uno elige hasta donde crece.
Deja de repetir el “cuento” de tu vida, en el que los demás te lastimaron. ¡Te aseguro que la liberación que sentirás te hará elevar los pies del suelo!
Viki Morandeira
Coach Ontológico
¿Te gustó? Comparte.
¿Te sirvió? Suscríbete