La subjetividad de los números y las fechas
Somos seres interpretativos y subjetivos. Y el dolor no viene de fuera. Lo genera tu mente.
¿Cuál es la diferencia entre llevar en este planeta 48 años o 50? ¿Y llevar 51?
Podríamos decir que es lo mismo, pero subjetivamente hay números especiales.
Y fechas “significativas”. Es decir, con significado.
¿Por qué nos duele más que falte un padre o una madre, un 24 de diciembre que un 17 de abril? Pues porque le hemos dado un significado “superior” a ciertas fechas, uno que otros días no tienen.
Es curiosa la mente. Curiosa y a veces “peligrosa”.
Porque según lo que se le dé a tu mente por pensar, sufres o no.
Esto lo puedes también comprobar en el libro El hombre en busca de Sentido, de Viktor Frankl. Fue uno de los que leí mientras hacía la carrera de coaching ontológico, allí por 2009.
Las muertes en los campos de concentración, dónde él también se encontraba confinado, aumentaban en fechas señaladas.
La expectativa de ser liberados les mantenía con vida, a pesar del horror en el que vivían. Y que llegara el 2 de enero y siguieran allí les hundía, al punto que muchos morían, se dejaban morir.
Ten cuidado con tu mente
Ten mucho cuidado con dejarla “pensar” de manera automática y sin consciencia. Porque te puede hundir, te arruina la vida o te la quita.
¿Sabes? A mí me "dolieron" los 29. ¡Y eso que ya era mamá y todo! Pero no los 30, ni los 39, ni los 40, ni ningún otro cumpleaños más. ¡En 2024 celebraré 53! Mi esposo se plantó a los 50 y dice que él ya no cumple más. (su mente no le deja tener 54, shhh, que no me escuche!!)
Al acompañar a tantas personas en situaciones de inmenso dolor, a casi todas las “mentes” les ocurre. Duele cumplir 40, 50. Duele no celebrar el 25 aniversario, pero no pasa nada si el que no se celebra es el 26 o el 24. Duele estar en crisis durante navidades o el día del cumpleaños de uno…
Duele, porque pensamos.
Duele, porque dejamos a nuestra mente interpretar la realidad y darle significado a un día o a un número.
Hace algún tiempo que comprendí que el dolor o el miedo no tenían que ver con los hechos, ni con el tiempo o con la muerte. Y que la felicidad y la paz tienen muchísimo que ver con encontrar el sentido de la vida y estar viviendo con base en ese sentido.
No existe un solo “sentido de la vida”.
No nacemos con eso aprendido.
Toca vivir y sufrir para luego levantarse y dejar de vivir la locura de la sociedad, con sus “normas” y sus “realidades”.
El sentido de la vida NO puede ser para todos iguales.
Y el sufrimiento mayormente viene de ahí.
Estudiar, sacar la carrera, encontrar pareja, comprar casa, amueblarla, casarse, gastar 20.000 euros en la mega boda, trabajar, tener coche, tener a los niños, el babyshower, salir de vacaciones, comprar una casa de veraneo, la mega fiesta de cumpleaños, la graduación de los hijos, los cumpleaños temáticos, cambiar de coche, mejorar el puesto de trabajo, … Si no cumples con algo de esto tu vida es un desastre o tú eres ese desastre…
PUES NO.
Deja de tragar con todo esto.
Busca tu camino
Que quizás puede ser limpiar los baños de Tokio.
Sí, ayer fui al cine. Perfect Days. Está nominada al Oscar. Si tienes oportunidad de verla, te la recomiendo.
Un fuerte abrazo