¡Hola! ¿Qué tal llevas la semana? ¿Y este medio año? ¿Y la vida? ¿Hablamos del perdón?
A lo largo de la vida es probable que hayas podido acumular situaciones que cargas porque no has perdonado. Personas, a quienes también cargas, porque han hecho algo que no esperabas o no han hecho algo que sí esperabas, y les has culpado por ello.
Perdonar
Hay tres ámbitos en los que es necesario perdonar. Necesitas perdonar a personas, situaciones y a ti.
Todo aquello que no has perdonado, que arrastras contigo por la vida, interfiere en la persona que eres. Altera tu estado emocional, y determina tus acciones y reacciones.
Es importante recordar que aunque no seamos responsables de las heridas que tenemos, sí lo somos de nuestra sanación. Eres responsable de tu sanación emocional.
Este es uno de los talleres que doy online. (si haces click sobre lo anterior, verás el taller) Para poder aligerar tu carga mental y emocional.
Es una decisión consciente
Perdonar o no hacerlo es una decisión. Y permíteme decirte, que incluso existe la posibilidad de no tener nada que perdonar. ¿Significa eso que existe una manera de que los demás no hagan nada que me lastime? Si y no.
No, porque tú no tienes el control sobre las situaciones o sobre lo que hagan los demás.
Sí, porque tú sí tienes el control sobre cómo interpretas las situaciones y sobre las expectativas que tienes sobre los demás.
Generalmente, las personas, pasamos por varios niveles de consciencia, en relación con el perdón. Pueden estar toda la vida en el primer nivel. Son las personas que se mueren enemistados con el padre, un hermano, con la vida en general.
O un tiempo en el primer nivel, para luego avanzar al segundo, y quedarse ahí. Es lo más habitual. Son personas que, si bien han perdonado, no han olvidado que han sido lastimadas y han tenido que perdonar.
Sin embargo, también existe un tercer nivel.
Uno en el que te liberas por completo de toda necesidad de perdonar. Recuerda que también es necesario que te incluyas a ti a la hora de trabajar el perdón.
Y también, evita juzgarte. Simplemente, observa y acepta, en qué lugar te encuentras. No es bueno o malo, simplemente, estás avanzando por la vida.
Los tres niveles de consciencia del perdón.
En cuanto al perdón, desde mi punto de vista, hay 3 niveles de consciencia. Te los pongo del más bajo al más alto.
1️⃣Hay quien no perdona.
No se lo plantea siquiera. El otro me lastimó, el otro se portó mal conmigo, e hizo cosas que «no son perdonables». No se plantean «atenuantes» que se apliquen desde su propio 50%. Es decir, la culpa cae íntegramente en la persona a quien no perdonan.
Son las personas que, de separarse, en una nueva relación, encuentran las mismas piedras y chocan con ellas cada día, cada semana. A veces, si les piden perdón, ceden y perdonan. Pero siguen en un rol victimista. Esperan que el otro se arrastre, más o menos, hasta que «pague» sus errores.
2️⃣ Están las personas que quieren perdonar.
Aunque no nos pidan perdón. Las personas que vemos las dos partes. Cada 50%. (Aunque si los comparamos, interpretamos que el otro lo hizo peor) (Con razón o sin razón, porque al final es una interpretación y cada uno tiene la suya)
Entendemos que para seguir adelante es necesario perdonar. Desde y hacia ambos lados. Nos puede frustrar que el otro no quiera perdonar, después de todo lo que nos hizo.
Si nos señalan nuestros errores, nos cuesta no señalar los suyos. Cada uno tiene una lista de los del otro. Aunque quieran perdonar y digan que han perdonado, no se han liberado del juicio en el que el otro fue declarado culpable y uno mismo fue declarado víctima.
3️⃣ Hay quien no tiene nada que perdonar.
En el nivel más alto de consciencia sobre el perdón, paradójicamente no existe el perdón. No hay nada que perdonar. Llegamos a este nivel después de haber pasado por el o los anteriores.
Y se llega desde la comprensión de que lo que sucedió no fue evitable. Los dos actuamos desde el nivel de consciencia en el que estábamos en ese momento. Si hubiéramos estado en otro nivel, habríamos actuado diferente.
Es un nivel en el que no hay juicio sino aceptación. Aceptamos nuestros errores y nos perdonamos primero, para luego aceptar que si hubiéramos estado despiertos, no habríamos actuado así ninguno de los dos.
No hay ya víctimas ni culpables.
Entendemos que ninguno de los dos sabía lo que no sabía. Y ya no actuamos desde el victimismo ni vemos culpa alguna en el otro.
En mi primer libro, (si haces click puedes comprarlo, en digital, para empezar a leerlo) uno de los capítulos trata de manera específica el perdón. Yo estaba aún en el segundo nivel en 2011, cuando lo escribí.
Pasan a veces años para ir pasando de un nivel al otro. Y es normal. Como son progresivos y normales, otros aprendizajes en la vida
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