Hola!! Gracias por leerme, por estos minutos que te dedicas a tu propio crecimiento personal. Es para mi un honor acompañar a otro ser humano a recuperar su felicidad tras un golpe de la vida.
Vivir una infidelidad supone un duro golpe, muchas veces vivido en soledad, con dolor, inseguridad y hasta vergüenza.
Resulta difícil deshacernos del miedo a volver a confiar. El pasado no entendido se presenta una y otra vez a tu mente.
Es difícil creer que ese hombre que nos dijo que ya no nos quería, ahora lo diga.
Entiendo que para ti es muy raro el comportamiento actual de tu pareja, es “rara” la situación posterior a una crisis, como también lo fue antes y durante.
Sin embargo, después de casi 3000 casos puedo decirte que es lo más habitual y normal que yo me encuentro en cada caso.
El hombre vuelve a hablar desde sus valores (mentir está mal) y genera gran desconcierto que ni se identifiquen, ni se avergüencen, ni recuerden cuales fueron sus comportamientos pasados. 🤦♀️🤦♀️
No es necesario que tú se lo recuerdes. No ganas nada haciendo que se sienta culpable.
A veces nuestro rol victimista quiere lograr que se vea nuestro dolor, lo que sufrimos.
Sin embargo no es imprescindible que él se sienta culpable y tú te sientas víctima para superar un problema "hormonal". La infidelidad de un hombre no infiel, tras décadas juntos, no ocurre por falta de amor, si no por otra serie de circunstancias incluidas las hormonas.
No necesitas hacer que se culpabilice por tu dolor.
Es como si alguien hubiera estado enfermo, nos ha vomitado encima y luego nosotros insistiéramos en qué debe sentirse culpable por ello.
Es complicado llegar a este nivel de consciencia en el que podemos liberar a nuestra pareja de la culpa y así mismo, liberarnos a nosotras mismas de la "obligación" de ser una víctima de sus actos.
Pero es necesario llegar hasta ese punto, hasta esa interpretación de lo vivido, si queremos tener paz y pasar definitivamente la página.
Es complicado porque social y culturalmente la infidelidad está demonizada. Los juicios que la inmensa mayoría tienen sobre la infidelidad hacen que veamos que hay un malo y una víctima. Al malo se le condena socialmente.
A la víctima se le siente pena, incluso se le juzga (amigos y familiares) y se le "diagnostica" apego ansioso, dependencia emocional.
Eso dificulta la sanación emocional de la persona "engañada". ¡¡¡Porque culturalmente nos hacen sentir como si pusiéramos en entredicho nuestra dignidad al haber querido salvar nuestra pareja!!!
A la persona que vive la infidelidad de su pareja, la sociedad le señala con el dedo. Pobre tonta que lo perdonó.
Es terrible porque ya hemos sufrido suficiente, como para que además, incluso aquellos que nos quieren, ¡¡¡ nos juzguen y "condenen" con sus etiquetas y diagnósticos como pobrecitas!!!.
Si supieran lo fuertes que hemos necesitado ser.
Si entendieran que nos hemos roto para volvernos a construir en una persona nueva, libres de los juicios a veces absurdos de la sociedad, la cultura, las religiones.
Si fueran conscientes de que salvar nuestra pareja y nuestra familia es un acto consciente, valiente, a la vez generoso y egoísta, alineado con nuestro ser y nuestros valores.
Si lo vivieran, su opinión cambiaría.
Aquí me tienes. No estás sola. Regálate sanar tu corazón y recuperar tu vida. Es lo más importante que tienes.
Viki Morandeira