Uno de los “grandes” problemas en las relaciones de pareja es el decidir “cómo hacer algo” o si hacerlo o no hacerlo.
Lo más habitual es que no estemos de acuerdo con la pareja. Esta es una pregunta que hago en el cuestionario inicial. ¿Quién toma las decisiones en casa?
Cuando mis clientas mujeres me contestan que Entre los dos, ahí casi seguro es que las toman ellas y el esposo calla y evita el conflicto.
Sin embargo, durante una infidelidad y dado que el hombre necesita encontrar que no es culpable de aquello, lo habitual es que le eche en cara a la esposa que siempre se ha hecho lo que ella ha querido.
Tu mente te dice lo que deberían hacer.
Y quizás tú se lo dices a tu pareja. Porque crees que eso que te dijo tu mente es una buena idea. Pero toma nota: QUE NO SE HAGA TODO A TU MANERA. NO.
Y si tu mente sigue insistiendo en que hagan XX cuando tu esposo quiere hacer ZZ, tú puedes decirle a tu mente:
Gracias, GRACIAS, QUERIDA MENTE
(Le puedes poner un nombre, incluso, para "separarla" de ti)
Gracias, pero prefiero que las personas sean libres de elegir cómo quieren hacer las cosas. ¡Incluso si creo que se van a equivocar!
Porque ten en cuenta que todas las veces en las que tu pareja ha hecho o hace algo, “obligado” por lo que te dice tu mente, si sale mal, la culpa es toda tuya.
Y si sale bien, pero no era lo que quería hacer, guardará esa “gota” en el vaso de “todo lo tengo que hacer a tu manera”.
No hagas como Eva.
¿Por qué Adán comió la manzana?
¡Por culpa de Eva!
¡Desde hace una eternidad las mujeres les decimos a los hombres cómo hacer las cosas y DESDE HACE LA MISMA ETERNIDAD, LOS HOMBRES NOS CULPAN A NOSOTRAS SI LO QUE HICIERON NO SALIÓ BIEN!
Así que mejor, déjale que haga las cosas a su manera.
Déjale que se equivoque. Porque los errores no existen. Existen los aprendizajes.
Escucha, recuerda escuchar para comprender, ¡y no para responder!